08 Abr El INGITE reclama una Ley de la Ingeniería que ponga orden a la situación actual
El INGITE (Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España) ha hecho público el informe “Análisis de los Estudios de Ingeniería en España” (https://www.ingite.es/wp-content/uploads/2024/02/Estudios-Univesitarios-V27-febrero.pdf) con los datos que arrojan las estadísticas que ofrece el Ministerio de Universidades en relación a los matriculados y egresados en las titulaciones de Ingeniería, del que se desprenden entre otros los siguientes:
– Las vocaciones en Ingeniería (alumnos matriculados) descienden un 40% en los últimos 20 años (del curso 2002-2003 al curso 2022-2023).
– Mientras que el número de títulos de Grado en Ingeniería (1074) representan el 24,3% del total, y los títulos de Máster (1.158) el 21% del total, los matriculados en Ingeniería son el 12,72% y los egresados en Ingeniería el 7,5% del total de las titulaciones universitarias, reduciéndose a la mitad en los últimos 20 años.
– Proliferan las titulaciones de Grado en Ingeniería NO HABILITANTES (458), habiendo aumentado un 48,2% en los últimos 8 años.
– Ya hay más de 200.000 entre titulados y matriculados en Grados de Ingeniería NO HABILITANTES, que NO pueden ejercer como Ingenieros, generando frustración, pérdida de oportunidad y nuevos sacrificios, lo que no ocurre con el resto de titulados europeos que vienen a España.
– La tasa de abandono en los Grados de Ingeniería se sitúa cercana al 50%.
Es por ello que solicitan una Ley de la Ingeniería que entre otras recoja lo siguiente:
– Se proteja el nombre de las titulaciones en Ingeniería a aquellas que cumplan con unos contenidos mínimos y que a su vez permitan el acceso a las profesiones reguladas ya sea de forma total o parcial. (No existen titulaciones de Farmacia, Veterinaria, Enfermería, Medicina, Derecho, etc…, que luego no te permitan acceder a dichas profesiones).
– Se actualicen las atribuciones profesionales de los titulados en Ingeniería de las diferentes ramas, de tal forma que estén basadas en competencias y no en el uso, además de que habrán de recoger las competencias individuales de los profesionales, adquiridas a través de la experiencia y la formación continua. Estableciendo un modelo dinámico y competitivo de atribuciones profesionales, con procedimientos objetivos y desde las corporaciones colegiales.
– Se elimine la enorme e improductiva conflictividad en materia de atribuciones profesionales entre las Ingenierías, y entre la Ingeniería y la Arquitectura, con modelos basados en la responsabilidad y las competencias individuales.
– Se confluya en un único y moderno nivel profesional de Ingeniería como en el resto de los países a nivel mundial, con base en las titulaciones de Grado y el DPC (Desarrollo Profesional Continuo).
– Se construya una estructura colegial que aglutinase todas las ramas de la Ingeniería, y que entre todos se ponga en valor la Ingeniería como instrumento fundamental para el desarrollo de la sociedad.
– Que consiga mejorar las condiciones laborales y profesionales de los/as Ingenieros/as, acordes con la responsabilidad y el esfuerzo en el acceso a dichas profesiones.
– Que impulse las materias de tecnología en secundaria y bachillerato y que de visibilidad a la Ingeniería en su conjunto.